viernes, 12 de agosto de 2016

POR FASES CON JAPÓN



Hoy les hablaré de algo que casi nadie habla en los blogs donde se habla de Japón,  y eso es la parte negativa.

Y esto es porque la mayoría de esos bloggeros que te hablan de lo Kawaii que es Japón y su gente, están en Fase Uno y de ahí jamás salen, porque nunca han tenido la oportunidad de vivir la cultura, de tratar con un japonés, y mucho menos de vivir en Japón un día a día.

Sin embargo, Japón se vive por etapas o Fases.




Fase Uno: Japón es un país maravilloso, con una cultura maravillosa e intachable, son una raza superior, tremendamente inteligentes, amables, considerados, respetuosos, cálidos, dispuestos a dar la bienvenida al extranjero con el corazón en la mano, un país de eternas sonrisas al cliente, una paraíso idílico donde la corrupción, la delincuencia y los peligros, no existen. Un mundo mágico donde la fantasía es realidad, donde las caricaturas te saltan de la pantalla para llevarte a viajar por el arcoíris hasta una bonita Okiya donde de seguro una Geisha o dos bailaran para ti y posarán para tus fotografías. Donde viajar en Shinkansen rumbo a Osaka es un sueño hecho realidad.




Fase Dos: Choque frontal contra la realidad, visión clara de las cosas, se caen las bardas de la fantasía y el paraíso se vuelve el infierno. La realidad te cachetea una y otra vez mientras se burla de tus ideas preconcebidas y te das cuenta de que del amor al odio de verdad hay menos que un paso.




Fase Tres: Logras el equilibrio entre el Odio y el Amor.

Ahora con eso definido, comencemos.

Verán chicos, pese a que tiene cosas maravillosas y muchos ejemplos que dar al mundo, Japón no es wonderland, ni mucho menos, todo lo contrario, y cuando digo todo lo contrario, CRE-AN-ME.
Por ejemplo yo jamás estuve en fase uno, pero vaya que conocí la fase dos y finalmente llegué a la fase tres, a la cual de verdad muy pocos llegan. Ya que muchos nada más tocar la Fase Dos, se aleja de la cultura japonesa sin querer saber nada más de ella.

Para empezar quiero aclarar que, cuando comencé a estudiar japonés, no lo hice por el anime y manga, o porque me enloqueciera la cultura japonesa, con honestidad les diré que entré a estudiar japonés porque me gustó el idioma después de oír una canción, pero cuando ingresé a la escuela de japonés, yo no sabía NADA, pero NADA, de la cultura japonesa.

Sabía lo básico que sabe todo el planeta, que había geishas, samurái, katanas… que de ahí venia el anime y nada más. Y respecto al anime ni siquiera me importaba que fuera o no japonés, a  mí no me importaba la nacionalidad de una caricatura, fuera gringa, italiana, japonesa o coreana, a mi lo que me importaba era que me gustara la trama y se acabó, no tenía ni idea lo que era la cultura del anime. Y haciendo un breviario les diré que estudiar japonés sólo porque te gusta el anime, es un garrafal error, eso lo probaron todos mis compañeros que entraron por esa razón, y abandonaron los estudios en Básico 2, ya que se dieron cuenta que era una lengua muy difícil y mucho proceso de aprendizaje para sólo aprenderlo por hobby.  Para estudiarla tienes que tener un auténtico interés por el idioma y no por el anime.

Volviendo a mi historia, no fue hasta que me adentré en el idioma (intermedio) que comencé a interesarme por conocer más de la cultura japonesa y comencé a conocer más de ella y el país del sol naciente, pero todo desde una perspectiva objetiva, jamás fanática o fantasiosa, si bien llegué a apreciar el cosplay por su magia, ese sentimiento no se extendía a todo lo que envolvía la cultura japonesa, la veía como un tema interesante del que se podía aprender mucho pero a sabiendas de que de seguro tendría sus paramos oscuros, como todas la culturas. Por esa razón jamás pase por la fase uno. Pero vaya que llegué a entrar en Fase Dos.

En mi experiencia personal les diré que, en lo referente a los japoneses, la verdad es que, entre más los conoces, más los detestas. Se los digo francamente, en internet la mayoría dicen que sólo hay dos fases, pero sinceramente yo diría que existe la fase 3 y esa es la última y la mejor.

Y esta fase 3, es cuando los entiendes, les comprendes, y llegas a apreciar sus cosas buenas, y en eso te centras para mantener a raya la constante desesperación y odio que te puede provocar su manera de ser.

Pero como diría Jack El Destripador, vámonos por partes, aquí les va la Fase Uno v.s Realidad.

Japón es un país maravilloso, con una cultura maravillosa e intachable, son una raza superior, tremendamente inteligentes: Para comenzar, Japón sí tiene sus partes maravillosas pero no todo es polvo de estrellas, y eso de ser una cultura maravillosa e intachable está muy alejado de la realidad, que si bien muchas de sus costumbres sociales destacan y las admiro, no todo es perfección, desde ahora se los digo, no son una raza superior a ninguna, no son tan inteligentes como se cree, en realidad es todo lo contrario, PERO, son disciplinados lo que los ayuda a balancear ciertas deficiencias…

Amables, considerados, respetuosos, cálidos: Hipocresía forzada por conceptos como el Omoiyari y el Omotenashi. Y si bien el respeto es real, ya que a pesar de que puedan estarte maldiciendo mil veces por dentro nunca te dirán nada, ese concepto de respeto no se extenderá a tus costumbres o tu cultura la cual será considerada como inferior a la japonesa aunque tratarán de no decírtelo en la medida de lo posible… en la medida de lo… posible… Y si entras a formar parte de la familia, olvídate de ese respeto porque es muy probable que tu venerable suegro, se tire varios gases delante de ti como si nada y tu suegra te eche en cara las deficiencias de tu cultura contra las maravillas de la cultura japonesas, la cual por cierto NUNCA TIENE UN SOLO NEGRITO EN EL ARROZ (aunque lo tenga) y si lo tiene siempre será culpa de los extranjeros, de Japón, jamás…  Y en eso de ser cálidos, olvídalo, ni casado obtendrás calidez de tu esposa o esposo japones.

Dispuestos a dar la bienvenida al extranjero con el corazón en la mano, un país de eternas sonrisas al cliente: Sí, eso es muy cierto, desde el concepto del Omotenashi, un concepto que habla de tratar siempre de excelente manera al cliente, sin importar el estado de ánimo o sentimientos personales de quien atiende. Pero ese el punto, no te están viendo como persona, sino como cliente, pues como persona, jamás recibirías Omotenashi, y las sonrisas que verás como cliente serán fingidas, ya que están obligados a hacer sentir bien al cliente. Pero a ti como persona, persona común y corriente que va por la calle, no esperes una sonrisa, ni tampoco si entras en la tiendita de la esquina, esas sonrisas omotenashi sólo las recibirás en Hoteles, restaurantes, y establecimientos grandes o de host al público. Y cuidado con que tú las devuelvas porque no sabrán que hacer, pues, está en el guion sonreírle al cliente, pero no está el guion que el cliente les sonría de vuelta. Ahora como extranjero desde ya tendrás por default una etiqueta en la frente que diga “Peligroso” “No confiable” o ambas, eso para comenzar.

Un paraíso idílico donde la corrupción, la delincuencia y los peligros, no existen: Cuidado con este tema, porque sí que existen, sobre todo para la mujer extranjera que decide radicar en Japón y que está muy expuesta, precisamente por este concepto de falsa seguridad total. Si bien los peligros no proceden directamente de japoneses, sí que viene de otros asiáticos que viven en Japón, y créeme que a veces llega a ser imposible para algunos extranjeros distinguir entre un japonés, un chino o un coreano (aunque por experiencia les digo  que sí se puede, pero no por sus caras sino por otros aspectos)

Un mundo mágico donde la fantasía es realidad, donde las caricaturas te saltan de la pantalla para llevarte a viajar por el arcoíris hasta una bonita Okiya donde de seguro una Geisha o dos bailaran para ti y posarán para tus fotografías: Sí bien si hay una gran cultura de la fantasía y las caricaturas Anime, la realidad en Japón se te estrella constantemente en la cara, así que eso de vivir en la fantasía, dura lo mismo que dura una convención, o sea, sólo unas cuantas horas en un día. Ahora respecto a las Geisha, contrario a lo que todo el mundo piensa, no son un atractivo turístico para todo el mundo, de hecho, está muy restringido y sólo lo pueden disfrutar un grupo selecto de personas que en su mayoría no incluye extranjeros, y para poder entrar a una de estas famosas casas de Té, debes ser invitado por algún prominente amigo japonés que te invite a su Osashiki, de otra forma no habrá manera que se te permita entrar a un Ochaya, mucho menos a una Okiya donde ni los clientes entran, ahí sólo las Geishas pueden pasar. Otra cosa con respecto a esto, las Geiko y Maiko de Kyoto están hartas de los turistas que continuamente pretenden que estas se detengan y les brinden una foto, pues les hacen perder el tiempo, y ellas van camino a SU TRABAJO al cual tienen que llegar tremendamente puntuales, y los turistas sólo estorban, y no sería poco común que una Geisha o Maiko te estrellara la cámara en la cara si te interpones en su camino. Yo no las culparía, ellas, repito, van a su trabajo, de eso viven, no están ahí para ti y hay que respetarles eso.

Donde viajar en Shinkansen rumbo a Osaka es un sueño hecho realdiad: Para comenzar el Shinkansen es muy caro… Todo en Japón es muy caro, y si pretendes hacer un viaje en el que te traslades a otra parte de Japón en Tren Bala, mejor ve rompiendo varios cochinitos porque el hospedaje también será muy caro.

Fin de la contienda, ganador: La cruda realidad.

Cuando entras en la Fase Dos, o más bien la realidad te obliga a entrar en la Fase Dos, te das cuenta de todo esto y cosas peores, y comienzas a conocer al verdadero Japón y a los verdaderos japoneses, todo lo que conlleva tratar  o convivir con ellos, y la cosa da un giro de 180 grados.

El amor poco a poco y por obra de los mismos japoneses, no tuya, se vuelve aversión y odio en el peor de los casos, ya que te complican a ti con su forma tan complicada forma de ser, y te comienzas a cuestionar de verdad ¿qué demonios es lo que la gente ve de atractivo en esta cultura tan cerrada y opresiva?. Y te das cuenta que la gente que piensa en Japón como en un paraíso terrenal, no conocen absolutamente nada de Japón…


Y después de la Tormenta, la Calma…

Fase Tres: Aprendes a convivir con ellos, pero sabes que jamás van a empatar del todo, y que la tolerancia y la cordura realmente tendrán que venir siempre de tu parte, porque jamás llegará de ellos. Ya que ellos con todo y su Omoiyari y demás conceptos que de primera mano suenan admirables, jamás podrán superar sus ideas arcaicas y su gran ego-orgullo japonés. Te das cuenta que la cultura más madura es la tuya, pese a que a simple vista parezca todo lo contrario, valorarás más tu propia cultura y aprenderás que incluso muchos aspectos de tu cultura están muy por encima de los de la japonesa, aprenderás a dar tu cariño en la medida adecuada, porque te darás cuentas que algunas personas no son dignas de un cariño latino limpio que jamás sabrán valorar, no porque sean malas, no,  sino porque no está en el guion, y recuerden que los japoneses sólo actúan por… como decirlo, reglas prestablecidas, conceptos prestablecidos, una mente colmena que no se atreve a salir del molde por un excesivo miedo a lo diferente, en pocas palabras, ellos siguen su guion y nada más…. Razón por la cual de una forma o de otra, por más amigo que creas ser de un japonés siempre terminarás excluido de muchos aspectos de su vida, porque simplemente así es la costumbre con los extranjeros. (De esto les hablaré en otra entrada)

Y sobre todo aprenderás a valorar las dos culturas; la japonesa en sus cosas positivas, pero gracias a sus aspectos negativos, también aprenderás a amar y valorar los aspectos positivos de tu cultura, ya que los latinos tienen la mala costumbre de reconocer sólo sus aspectos negativos y por ende casi nunca logran ver sus aspectos positivos.

A raíz de esta entrada comenzaré a publicar más información de Japón, pero les advierto, no todas serán rosas, bellas y kawaii, pero eso sí TODAS las entradas respecto a este tema serán realistas, incluso crudas, y ya sean por su propia naturaleza más oscuras que la noche o más claras que el día, serán siempre objetivas y realistas. Así que con esta advertencia, no acepto quejas de personas Fase Uno, ya que hay que conocer de verdad una cultura antes de opinar sobre ella.


2 comentarios:

  1. Completamente de acuerdo con tu análisis...Entonces, con toda la experiencia que tienes, sinceramente, recomendarías a un mexicano (o pareja mexicana) vivir en Japón? (considerando que la persona ya sabe los contras y pros, y que definitivamente en ningún lado se encuentra una vida fácil)

    Saludos! :D

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    1. Pues verás, sinceramente no lo recomendaría, no sólo por los continuos choques culturales y la represión de la sociedad que se extiende hasta en ámbito laboral, donde tendrás que aprender a vivir bajo conceptos como el tatemae del que hablo en la entrada que está por salir, pero por sobre todas las cosas, lo que yo veo realmente peligroso es el nivel de radioactividad que tiene Japón en estos momentos y que está velado al mundo porque así conviene a los intereses de los de arriba, te recomiendo leer mi entrada “La verdad sobre Fukushima” que puedes encontrar al pie del Blog, para que veas la realidad de la situación, pues para comenzar el manto acuífero que yace bajo Tokyo que es el que alimenta a la ciudad está totalmente contaminado. Independientemente de eso, te recomiendo más quedarte en México, pese a todo, o si deseas salir del país, buscar otro lugar, pero Japón no. Sur Corea es actualmente un lugar recomendable de Asia, pero si eres abierto a la posibilidad de ir a otro continente, Suecia o Noruega ofrecen excelentes opciones, pero yo que he vivido en varios países debido a mi trabajo, te diré algo por experiencia personal: No hay país perfecto con vida totalmente fácil, (y en Londres ni se ocurra pararte más que a vacacionar) pero si algo aprendí es que por muy bueno que sea otro país, como nos decían las abuelitas mexicanas "En tu casa eres Rey, en otro lugar eres arrimado” y eso se aplica a los países también, con todo lo malo que tiene México también tiene muchas cosas positivas, y es tu casa, pero claro que puedes encontrar un buen hogar en otro lado. Pero respondiendo directo a tu pregunta, No, no te recomiendo Japón, incluso conozco amigos que aun conociendo de Pe a Pa los contras y pros de Japón, se fueron a vivir para allá y no aguantaron ni seis meses. Créeme no es nada fácil, nada nada fácil. Japón tiene cosas hermosas pero al igual que Londres sólo para visitar, para vivir… no, realmente no. Espero amigo que te haya servido de algo mi experiencia y cualquier duda, ya sabes, aquí con gusto responderé.

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